
Para Andrew Wilson, director general de Bishop Fox para Latinoamérica, tanto empresas como universidades deben asumir un rol relevante para generar más talento.
A nivel mundial existe una escasez de especialistas en ciberseguridad para proteger a empresas o instituciones gubernamentales. En este sentido, Andrew Wilson, director general de Bishop Fox Latinoamérica, considera que las universidades y empresas deben jugar un papel fundamental en la generación de más hackers éticos.
En el hackeo ético, o también llamado de sombrero blanco, los expertos se encargan de llevar a cabo pruebas de seguridad en diferentes clases de softwares para hallar brechas de seguridad y reportarlas, a fin de que no sean aprovechadas por entes maliciosos.
Dicha actividad ha tomado relevancia a la luz del incremento de ciberataques y por ello Wilson resalta que tanto la industria como las universidades deben orientar sus esfuerzos a incrementar el interés de los jóvenes por los temas de ciberseguridad para que estos puedan generar sus carreras en el área.
“Necesitamos mejores planes de estudio para las universidades”, comenta el experto en seguridad de aplicaciones, quien resalta que estas brechas en los planes son una de las razones por las cuales la industria cibercriminal ha crecido en mayor medida que las habilidades para detenerla.
Para incentivar el interés de los jóvenes en estas carreras, Wilson menciona que las personas pueden ocupar diferentes roles en ciberseguridad y esa idea puede funcionar para atraer a más gente, pues a partir de ella se les muestran vertientes donde se pueden apasionar.
La escasez de especialistas ya es un problema que las empresas están padeciendo. En México, por ejemplo, una de cada cuatro empresas nacionales sufrió un ataque de ransomware durante el 2020, según la firma Sophos , la cual detalló que sus costos de recuperación ascendieron a 2.03 millones de dólares.
Y si bien en el país hay cerca de 200,000 personas que se dedican a la ciberseguridad, la realidad es que faltan 400,000 especialistas para ayudar a la protección de las empresas y los usuarios, de acuerdo con una encuesta realizada en 2020 por (ISC)2 , una organización internacional sin ánimo de lucro que ofrece programas de formación y certificación en ciberseguridad.