
2021 parece ser un año fundamental en la lucha contra el cambio climático. Con muchas economías globales estableciendo objetivos netos de reducción de carbono cero a mediados de siglo, existe la presión para desarrollar estrategias para reducir las emisiones en nuestras ciudades, ahorrar energía y acelerar la transición a la energía renovable.
En este contexto, la demanda de espacio urbano seguirá creciendo: según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (UN DESA), el 55 por ciento de la población mundial vive en áreas urbanas, una proporción que se espera que aumente al 68 por ciento para 2050.
Entonces, ¿cómo se puede satisfacer esta demanda sin comprometer la sostenibilidad?
Dado que las ciudades y sus edificios representan actualmente el 65 por ciento de la demanda mundial de energía, el crecimiento de las ciudades inteligentes se considera una forma crucial de abordar el desafío climático. Una ciudad moderna exige combinaciones inteligentes de datos, personas y tecnología para crear soluciones inclusivas y sostenibles.
Como tal, los edificios inteligentes están asumiendo cada vez más un papel de liderazgo en el desarrollo de ciudades inteligentes y son ampliamente reconocidos como herramientas esenciales para enfrentar los muchos desafíos que enfrentamos hoy y en el futuro, incluido el logro de objetivos netos cero, la seguridad y la demanda de una mayor interoperabilidad. .
La convergencia de la inteligencia artificial y la tecnología de IoT será crucial para permitir que los sistemas de edificios conectados mantengan a las personas más seguras y protegidas, al tiempo que respaldan el objetivo de ser más eficientes energéticamente y proteger a nuestras comunidades.
Por lo tanto, los edificios construidos hoy son esenciales para la evolución de las ciudades inteligentes: ciudades que son verdaderamente sostenibles, que tienen un transporte más limpio, optimizan los recursos, como el agua y la energía, con edificios e infraestructuras más inteligentes que satisfacen las necesidades humanas esenciales como la seguridad, la comodidad y la conectividad. En última instancia, al construir estructuras inteligentes, hacemos que nuestras ciudades sean más habitables, viables y sostenibles.
Construyendo hacia un futuro inteligente y sostenible
La tecnología de construcción inteligente ya garantiza que los edificios y los hogares consuman energía de manera más eficiente. Los edificios son sistemas complejos que involucran la circulación de aire, agua y electricidad, por lo que el uso de sensores inteligentes y tecnologías basadas en IoT ayuda a garantizar que estos recursos se entreguen de manera limpia y eficiente.
Sin embargo, no se trata solo de utilizar nuevas tecnologías: el pensamiento inteligente y la optimización de los edificios existentes son factores clave a la hora de acelerar el desarrollo sostenible de las ciudades inteligentes a nivel mundial.
Al convertir los edificios más antiguos en edificios más inteligentes y más inteligentes, pueden surgir barrios inteligentes dentro de una ciudad, que a su vez promueven comunidades inteligentes y, finalmente, ciudades inteligentes. Por lo tanto, los edificios inteligentes son realmente los bloques de construcción fundamentales cuando se trata de escalar su visión de ciudad inteligente desde cero.
Conectividad e interoperabilidad clave para reducir las emisiones
Al utilizar la inteligencia artificial y la IoT para conectar edificios, transporte e infraestructura, podemos crear un nuevo ecosistema que puede depender más de la energía renovable, minimizar el desperdicio de energía y reducir las emisiones de carbono.
Por ejemplo, los edificios utilizan el 30 por ciento de la energía mundial y contribuyen con el 40 por ciento de las emisiones globales de carbono. Gracias a la convergencia de IoT, con sensores, datos inteligentes y computación en la nube, y la inteligencia artificial, ahora tenemos edificios que hablan con nosotros, la nube y entre sí, para protegernos y hacernos sentir cómodos, mientras ahorran energía y reducen las emisiones. .
Por ejemplo, en ciudades como Hanói, densamente pobladas y de rápido crecimiento, los edificios más inteligentes son de vital importancia. El edificio de Viettel en Hanoi utilizó tecnología de ABB para ahorrar hasta un 20 por ciento en costos de energía al tiempo que garantiza un entorno de trabajo cómodo y seguro.
El futuro de las ciudades es inteligente
Los edificios inteligentes que hubieran sido inimaginables hace unas décadas son ahora una realidad y serán cruciales para el desarrollo y el éxito de las ciudades inteligentes sostenibles.
Desde el hogar y la oficina hasta el transporte y los servicios públicos, 2021 es el año en que las ciudades inteligentes comenzarán a tomar forma, a medida que los avances en IoT e IA unan edificios inteligentes, redes eléctricas inteligentes y carga de vehículos eléctricos para formar un nuevo ecosistema de sociedad inteligente que es cada vez más interconectados y eficientes.